16 de febrero de 2010

René Descartes

Y puede decirse en particular de la admiración que es útil porque hace que aprendamos y retengamos en nuestra memoria las cosas antes ignoradas. Porque ingnoramos lo que nos parece raro y extraordinario. Tratado de las Pasiones

Se ha creído, sin razón, que nuestro calor natural y todos los movimientos de nuestros cuerpos dependen del alma, debiéndose pensar, en cambio, que el alma no se ausenta cuando uno muere, sino porque cesa este calor, y se corrompen los órganos que sirven para mover el cuerpo. Tratado de las Pasiones

Debemos creer que todo el calor y todos los movimientos que se den en nosotros, en cuanto no dependen del pensamiento, pertenecen al cuerpo. Tratado de las Pasiones

No hay ningún sujeto que actúe más inmediatamente sobre nuestra alma que el cuerpo al que está unida; y que, en consecuencia, debemos pensar que lo que es en ella una pasión es en el cuerpo una acción. Tratado de las Pasiones

(...)ya que sin duda se mira de más cerca lo que uno cree que va a ser visto por muchos que lo que se hace solo para sí mismo. Tratado de las Pasiones

Las más grandes almas son capaces de los más grandes vicios y las más grandes virtudes, y los que no marchan más que muy lentamente pueden avanzar mucho más, si siguen siempre el camino recto, que los que corren alejándose de él. Tratado de las Pasiones

 René Descartes

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