1 de enero de 2008

ESTOR

Estor

Te he visto pasar desde la azotea de mi casa. Desde el tercer piso. Te he visto pasar muy contenta. Te he visto y me he sentido paralizado, con mis manos cogiéndose como si fueran a ser separadas. Te he visto y no he podido sonreír. Me causas mucha gracia, mas no he podido sonreír.

Miré a la entrada del museo desde la banca en forma de mundo en la que estaba sentado. Ibas a llegar y pararte ahí. Era raro. Hacía mucho frío; al menos yo sentía mucho frío, mi cuerpo temblaba, mis manos temblaban, mis dedos se entrelazaban.

Te he visto con un polo negro pegado, jeans azul un poco suelto. ¿Es que no sentirás frío? Te he visto, y no dije nada. Aún tenías aquellos dos ojos negros intensos, por tu larga cabellera cubiertos. Negro. Tu negra cabellera. Te he visto y pensé en gritarte "hola". No pude.

Ya es tarde, me dije. Habrían pasado ya seis minutos de la hora acordada. No pensaba marcharme. No. Nunca te vi llegar, y a pesar de ello decidí esperarte en la entrada. Nunca pensé en irme. Y estabas allí. Ya estabas allí.

Te he visto. Tú no. Tus zapatos negros marcaban lo único que dejarías: huellas. Tú no. Yo sí. Te he visto y nunca volteaste. Ni medio segundo; nunca volteaste.

Nunca pensé en irme, tenías que llegar. Yo sentía. Sentía que ibas a llegar, un poco pasado el momento pero ibas a llegar y yo tenía que ahí estar. Llegaste. Me besaste. La mejilla. Me besaste. Te besé. La mejilla.

Te he visto y todos los recuerdos me han regresado, cada segundo, cada minuto, cada detalle muy dentro de mí guardado. Te he visto y me acordé cuando llegaste. No era la primera vez. Te he visto y cuando llegaste me enamoré de ti. Era tercera vez. Te he visto y te dejé. Era la última vez. Te he visto y me alejé, me borré, me marché, me largué. Nunca más te llamé. Me perdí, me morí. Te morí.

Te he visto y te marché.


De Azul Lejano

Lucien GaeL

No hay comentarios.:

Publicar un comentario