1 de noviembre de 2009

No poderse vengar contra no querer vengarse

- (...) Aquí debe ser donde la mentira transforma la flaqueza en mérito; no hay duda, es como has dicho.
- Y qué más?
- Aquí la mentira llama bondad a la impotencia, humildad a la bajeza, obediencia a la sumisión forzosa (ellos dicen que obedecen a Dios). La cobardía que está siempre a la puerta del débil, toma aquí un nombre muy sonoro, y se llama "paciencia". "No poderse vengar" se llama "no querer vengarse"; es porque ellos no saben lo que hacen; nosotros solo sabemos lo que ellos hacen". Hablan de amor de sus enemigos y están sudando quilo.
- Y qué más?
- Son unos desgraciados, sin duda, todos estos rezadores, monederos falsos. Pretenden que Dios los distinga y eliga en virtud de su miseria; no se castiga a los perros, a quienes más se quiere? Quizás esta miseria es una preparacion, un tiempo de prueba, una enseñanza, quizás un beneficio, algo que será compensando con un ciento por ciento de "fecidad eterna".
- Y qué más?
- Ahora dicen que no solo son ellos mejores que los poderosos y que los gobernantes, cuyas huellas besan (no por temor, no, sino porque Dios manda honrar toda autoridad); no solo son mejores, sino que su lote de eternidad será mucho mejor (...)

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